Ya hace casi dos años que no estas aquí, a mi lado, pero sin embargo, no pasa un día en el que no piense en ti, te recuerde, te extrañe y te eche de menos. Cada día veo nuestras fotos, las cuales están colgadas por mi habitación e incluso en la mesa del salón aun conservo alguna que otra fotografía nuestra, me traen tantísimos recuerdos cada vez que las observo, recuerdos como esas mañanas de verano que nos pasábamos leyendo o estudiando, o esas tardes que salíamos a pasear y a tomar un poco de aire fresco. Ese verano que pasamos juntos fue tan maravilloso que jamás lo podré olvidar. Cada recuerdo que aparece de vez en cuando en mi memoria hace que se ilumine mi rostro con una sonrisa.
Todo iba tan bien, o por lo menos eso pensábamos, y de repente las cosas comenzaron a dar un giro de 360º, el cual haría que nada volviera a ser como hasta entonces había sido. De la noche a la mañana nos separaron, sin dar ningún tipo de explicación ni porque, tu ya no estabas a mi lado, no me dejaban saber nada de ti, ni siquiera despedirnos pudimos.
Solo espero que sepas lo mucho que te hecho de menos, y al igual que yo recuerda esos buenos momentos que hemos vividos juntos. Espero que sepas que siempre te he querido y que te querré por siempre. Solo espero que algún día nuestros caminos se vuelvan a cruzar, espero que para aquel entonces no te hayas olvidado de mí, ya que yo no lo hice y no seré jamás capaz de hacerlo. Te deseo lo mejor y te mando un abrazo muy fuerte allí donde estés.
